Elección equivocada - 5 de junio, 15.15 hrs - Reservado.

Reservado a Ludwig Dessner

Salí de uno de los laboratorios después de realizar varias pruebas. Levanté una silla sin complicación alguna, el problema fue cuando decidí bajarla... Cayó dando un fuerte golpe y por poco se rompe. Aunque lo peor fue que me puse nerviosa y estampé contra la pared un par de frasquitos con líquidos -no sabía de que eran- y los científicos empezaron a despotricar, siempre con elegancia y respeto. Pregunté que eran, pero solo respondieron "Pruebas", me quedé igual. ¿Sería algo importante? Claro Sky, todo aquí es importante. Me recordó mi yo interior.
Empecé a bajar por las escaleras, ya que no veía muy lógico bajar por el ascensor un piso. Le dí un golpe al mango de la puerta para que bajara y abrir la puerta, pero la pulsera de Alex (una con nuestras iniciales que me regaló para mi último cumpleaños) se rompió al darse el golpe con el hierro y cayó al suelo metiéndose por debajo de otra puerta. Me acaricié la muñeca, un poco dolorida por culpa de la pulsera, mientras me dirigía hacia la puerta. Me arrodillé en el suelo para mirar por debajo de la puerta, ¿como podía llegar tan lejos? Tenía que entrar a la sala o no la podría recuperar, aunque no estaba del todo segura si podía entrar o no allí. Mirando hacia todos los lados abrí rápido la puerta y la cerré detrás de mí.
- Mierda, podría haber usado mi poder -murmuré al verme rodeada de estanterías y cajones. Sentía que no era bueno estar allí. Agarré la pulsera y me decidí a salir, pero encontré la "S" en uno de los cajones cercanos a mí. La curiosidad inundó mi cuerpo y tras pensarlo durante unos largos cinco segundos abrí los archivos buscando el nombre de Sky Simon.

Algo nerviosa abrí la tapa de la carpeta, en la primera página solo habían datos personales y poco más, pero aún así los leí muy atenta "por si acaso". Llevaba tantísimo tiempo aquí que nadie me había explicado del todo bien que sucedía con mi cuerpo ni mi miente, y aunque no era nada urgente, quería saberlo. No me había dado cuenta de cuanto necesitaba explicaciones hasta ver mi nombre, y si podía ver y entender todo lo que ponía en esta carpeta y saber todo lo que esperaban que lograra llegar hacer, quizá, en el caso de que avance rápido y logre lo que quieren, podría irme a Bristol con mi familia.

Iba a pasar la página cuando un hombre entró gritando a la sala. Pegué un brinco cerrando la carpeta de golpe y abrazándola a mí. Me había pillado mirando los expedientes, no sabía que castigo podría caerme por este acto, esperaba que una semana sin postre o cosas así, pero eso era casi imposible.

- No, no creo que deba mirar esta carpeta aunque resulte muy tentador, necesito saber que debo hacer para que me dejéis volver a casa, seguro que aquí pone en que he mejorado y cuanto más lo tengo que hacer -respondí sincera apartando la mirada de él.